LA ETNODANZA COMO ENTRENAMIENTO CORPORAL
Mónica Lindo De Las Salas*
El presente escrito documenta la experiencia desarrollada al interior del un programa de Etnodanza, empleado como forma de entrenamiento corporal en un grupo de jóvenes participantes en el proyecto "El escenario es tu casa II" de la Alcaldía de la ciudad de Barranquilla y que es liderado por la Fundación Centro Artístico Mónica Lindo con el apoyo de la Corporación Cultural Barranquilla y el semillero de investigación Corpoedu de la Universidad del Atlántico.
De esta forma se entiende la Etnodanza como el conjunto de formas danzadas o movimientos que se derivan de costumbres ancestrales de una comunidad en la que se comparten históricamente ciertas formas corporales, poseen afinidades de índole racial, lingüística y cultural.
Al ser tomado como forma de entrenamiento, se constituye en una forma de emplear los movimientos de las danzas tradicionales para entrenar el cuerpo, desarrollando la resistencia, la fuerza, la flexibilidad, entre otras capacidades físicas básicas. De esta forma, la etnodanza puede considerarse un tipo de preparación corporal que de manera intensa y programada, tributa a un mejor desarrollo de una práctica estética como lo es la danza.
Si bien cada estilo danzario posee su propia dinámica de entrenamiento enfocado fundamentalmente en la técnica en la que se apoya, la etnodanza propicia un desarrollo corporal integral que puede implementarse en cualquier edad y en todo tipo de bailarín sin importar su especialidad. La etnodanza proporciona el mejoramiento del estado físico y sobre todo el reconocimiento de las posibilidades motoras que están aunadas a diferentes principios que el cuerpo puede experimentar como la ondulación, la verticalidad, la suspensión, las caídas, el trabajo de independencia segmentaria, entre otros.
La experiencia de entrenar con etnodanza en tiempo de pandemia covid 2020:
Un grupo jóvenes entre los 13 y 25 años tuvieron la oportunidad de vivenciar un programa de entrenamiento corporal basado en la etnodanza desde casa. Esta experiencia permitió ejercitarse corporalmente empleando los núcleos de movimiento que sustentan las danzas tradicionales de Colombia. Para ello se trabajo en una frecuencia repetitiva de núcleos de movimiento de las danzas de las cinco regiones folclóricas colombianas. Todo ello, en el marco de una intensidad regulada y una conciencia del movimiento que permitió estimular el desarrollo de la coordinación, la independencia segmentaria, la flexibilidad, la resistencia, el equilibrio, la fuerza, entre otras capacidades biofísicas que estimularon de igual forma la creatividad.
En la práctica, el desarrollo de la sesión de entrenamiento tiene una duración de una hora y va de forma progresiva iniciando con esquemas de movimiento que involucran el componente articular hasta llegar a la estimulación de la resistencia aeróbica. Los movimientos empleados derivan de las danzas tradicionales de Colombia dentro de las que se destacan: Cumbia, tambora, mapalé, bambuco, pasillo, currulao, abozao, joropo, entre otros. Estos movimientos se organizan por núcleos rítmicos y de movimiento, se organizan las sesiones y el numero de repeticiones con intervalos de tiempo para la recuperación.
Patrimonio
inmaterial y etnodanza
Veronica Bossio Serge**
El
patrimonio cultural inmaterial comprende
las prácticas culturales intangibles que caracterizan a un determinado grupo
poblacional asentado en un entorno o contexto sociocultural “Forman parte del
patrimonio cultural inmaterial las lenguas, los relatos y cuentos populares, la
música, la danza, las artes marciales, las fiestas, las artes culinarias, la
artesanía…”
Esa
identidad desde la perspectiva de Jorge Larrain es una construcción permanente
que adquiere una significación en medio de relaciones humanas, “… la identidad es la capacidad de considerarse
a uno mismo como objeto y en ese proceso ir construyendo una narrativa sobre sí
mismo. Pero esa capacidad sólo se adquiere en un proceso de relaciones sociales
mediadas por los símbolos”.
Lo
anterior genera procesos identitarios que claramente distinguen unas
poblaciones de otras, unos individuos de otros; en el campo de la danza se
manifiesta a partir de la movilidad corporal, desde las expresiones danzarías
que se van gestando y se manifiestan a partir de la movilidad corporal
inherente a las costumbres, prácticas culturales, económicas y a los rasgos
físicos y concepciones cosmológicas de cada comunidad.
Esa
construcción colectiva permanece en el seno de las comunidades a lo largo de
los años se va transmitiendo de generación en generación a partir de la
tradición oral, las festividades locales, ferias, festivales y en todo este
proceso es necesario resaltar que “Esto
implica también el reconocimiento del papel que juegan los agentes vivos como
productores, transmisores y portadores de patrones culturales identitarios,…”.
A
partir de la construcción colectiva, entonces se generan en las comunidades
prácticas culturales que en el campo de la danza después de un largo período de
prácticas colectivas, se convierten en parte fundamental de las tradiciones
culturales que identifican y distinguen a ese grupo poblacional, consolidándose
así el concepto de Patrimonio inmaterial.
* Mónica Lindo De Las Salas @danzamoniklindo
** Veronica Bossio Serge - vebosser@gmail.com
Fecha: Noviembre 1 de 2020
Bibliografía
Cornelio Chapparro, J. E. (2008). Hacia el rescate de
la danza como patrimonio cultural de los grupos indígenas. Espacios Públicos,
186-195.
Jorge, L. (2003). El concepto de Identidad. Famecos,
30-42.
Vásquez, M. (2004). La UNESCO y el Patrimonio Mundial.
La UNESCO y el Patrimonio Mundial. Paris: Graficolor.
Proyecto apoyado por:
Agradecimientos a:
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